La nueva ley de Educación Provincial ya tiene estado parlamentario y Myriam Alí, directora provincial del Nivel Inicial ofreció su análisis acerca de la situación de los jardines de infantes: criticó la fragmentación de los procesos de enseñanza y del academicismo excesivo en esta primera etapa de aprendizaje formal y reclamó la revalorización del juego como contenido cultural y modo de vinculase del niño para ser revalorizado por en la nueva normativa.
La directora del Nivel Inicial del Ministerio de Educación del Chaco, Myriam Liliana Alí, señaló que el Jardín de Infantes en la vida de una persona es la base de la trayectoria educativa. Explicó que como primer nivel del sistema educativo, se ocupa de la educación del niño desde los 45 días hasta los 5 años, comprende dos ciclos: maternal de (desde los 45 días a los 2 años) y el de infantes (de 3 a 5 años), siendo obligatorio el último año, desde la promulgación de la Ley Federal, y en la Provincia del Chaco la Ley 4449.
Alí se refirió a la importancia de este nivel, considerando que el proyecto de la nueva Ley de Educación Provincial tiene estado parlamentario en la Cámara de Diputados del Chaco y que éste está abierto a la discusión nuevamente de todos los actores de la comunidad educativa, luego del Congreso Educativo Provincial que finalizó el año pasado; así como también para recordar que el viernes 28 de mayo es el Día de los Jardines de Infantes y de la Maestra Jardinera, en homenaje a Rosario Vera Peñaloza, quien falleció en esta fecha en 1950. Ella dedicó su vida a la enseñanza y fundó el primer jardín de infantes argentino.
“Es en este nivel donde el niño ingresa por primera vez a una educación sistematizada” manifestó Alí. Pero, sin embargo sostuvo que la fragmentación en los procesos de enseñanza aprendizaje y el academicismo extremo, devenidos de la Ley Federal y de la Ley 4449, han provocado la pérdida de la esencia del Nivel Inicial en la provincia, al igual que en muchas jurisdicciones del país.
Entre las problemáticas más relevantes, Alí mencionó la pérdida de la identidad propia del nivel “poniéndose especial énfasis en la lecto-escritura y en actividades “propedéuticas” demandadas por las familias y el nivel educativo siguiente, restando así importancia al valor del juego como contenido cultural y modo de vincularse del niño con el mundo, componente constitutivo de su subjetividad; la formación incompleta del docente “que no recibe preparación específica para atender los dos ciclos del nivel: maternal y de infantes, como así también de música, educación física y expresión corporal, entre otras”; el excesivo énfasis en el tratamiento de algunas disciplinas como matemática y lengua “que contribuye a una fragmentación del conocimiento que dificulta en el niño su comprensión de la realidad”; debilidades en la didáctica de las disciplinas “a falta de un trabajo interdisciplinario con ejes curriculares comunes que apunte a una educación integral”; la utilización de instrumentos de evaluación y acreditación parcializados “que no son el reflejo integral del niño” y la inexistencia de un currículo del ciclo maternal.
“Ante la realidad que visualizamos nos cabe preguntar cómo atender esta brecha en tiempos de fragmentación. Aquí, es cuando se hace necesario repensar un Estado, que implique una construcción de lo común, estableciendo una política estatal. No más acciones aisladas, que solo benefician a unos pocos, dispersan la atención y la demanda sigue sin atender”, señaló Alí.
Por eso la docente consideró que la elaboración de una nueva ley debe involucrar a todos los docentes del nivel inicial, atendiendo a las necesidades de los niños desde los 45 días, con los siguientes objetivos: profundizar la construcción de la identidad del nivel inicial; reforzar el cumplimiento de los objetivos de la educación inicial y enriquecer la propuesta pedagógica vinculada al juego.
Indicó que los objetivos que “impactarán en entender y atender al Nivel Inicial” son: un espacio institucionalizado de enseñanza y de aprendizaje donde la socialización y juego se conjugan con la apropiación de contenidos educativos por parte del niño, y que promueve una relación estrecha entre el grupo familiar en primer lugar, y a la comunidad en general, como participantes activos del proceso de educación del niño.
Una institución que materializa el inicio al derecho social, a la educación y al carácter público del conocimiento: es en el jardín donde el conocimiento, desde la acción del docente, se convierte en un patrimonio colectivo, para que todos accedan a éste. Que aborda la construcción de los aprendizajes desde un enfoque globalizador; la alfabetización inicial desde las áreas expresivas y las ciencias naturales y tecnología., estableciendo la interdisciplinariedad que favorece la formación integral del niño.
Una institución que tiene una identidad propia y define, por sí mismo, una importante etapa de escolarización, centrada en las características psicológicas por las que atraviesan los alumnos que la cursan.
